La mayoría de nosotros no estamos tratando de convertirnos en supermodelos, aparecer en una película de superhéroes o batir un récord mundial corriendo una maratón. Solo estamos tratando de estar lo más saludables posible, manteniendo nuestro peso, sintiéndonos bien en nuestros cuerpos y pudiendo movernos sin dolor, especialmente a medida que envejecemos. El problema es que la sociedad en la que vivimos sigue empujándonos a ajustarnos a ciertos estándares vendiéndonos ideales que son casi imposibles de alcanzar.
Te invito a que te preguntes, ¿qué es para ti la salud? No es lo que dice Instagram, no es lo que te venden las últimas tendencias. ¿Cómo crees que realmente se siente estar saludable?
Estar saludable va más allá de la ausencia de enfermedad o dolencia. Estar sano es un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual, no solo de tu situación actual, sino también de tu futuro. Entonces, ¿cómo logramos esta salud? Trabajando en los Cuatro Pilares Básicos de la Salud
Primer Pilar: Nutrición
Ciertos autores proponen que la nutrición explica hasta el 80% de nuestro éxito en estar saludables. Y esto no debería sorprendernos, como dice el viejo adagio “Somos lo que comemos”. No es un secreto que debemos comer sano para estar sanos.
Pero también debemos distanciarnos de las tendencias populares que existen. Piensa en lo rápido que evoluciona la imagen del “cuerpo perfecto”. En solo una vida hemos visto modelos delgadas, modelos con curvas, abdominales de tabla de lavar, espacios para los muslos, traseros de Kardashian, lo que sea. Cambia tan rápido que es difícil seguirle la pista. Y tratar de hacerlo es agotador y perjudicial para su salud real. Así que empecemos por olvidarnos del peso ideal para ajustarnos a esos estándares y centrémonos en lo que nuestro cuerpo necesita para realizar sus funciones de manera saludable.
Nuestro cuerpo necesita tres macronutrientes: Carbohidratos, Proteínas y Grasas, además de Vitaminas y Minerales. El que te diga que debes eliminar uno de esos macronutrientes se EQUIVOCA. Claramente y definitivamente equivocado. Los carbohidratos no son malos, las grasas no son malas y las proteínas no son el santo grial de las dietas. Los necesitamos a los tres en un equilibrio que es diferente para cada uno. Y, por favor, hágase un favor y deje de contar gramos y calorías, guarde su poder mental para hacer cosas más importantes, como aprender una nueva habilidad o pasar tiempo con su familia.
Lo que realmente necesitamos es una cosa simple: Minimizar los alimentos ultraprocesados. La única pregunta que debe hacerse sobre cualquier cosa que come es qué tan lejos está de su ocurrencia en la naturaleza. Por ejemplo, una verdura o fruta fresca, o un trozo de bistec o un huevo revuelto es lo más cercano posible a la naturaleza, pero esas barras de proteína de chocolate "saludables" o los tazones aptos para microondas "paleo" no lo son.
Si llena su plato con alimentos frescos, invariablemente perderá el peso extra, se sentirá más vivo y consciente y, definitivamente, estará más saludable.
Segundo Pilar: Ejercicio
Si consulta con un gran número de personas, le dirán que para estar saludable, debe hacer ejercicio regularmente. Y ellos estarían en lo correcto. Pero, ¿cuánto significa realmente “regularmente”? La Organización Mundial de la Salud dio en 2020 sus pautas para ser físicamente activo, que se pueden resumir simplemente en 150 minutos de ejercicio por semana. Sí, eso es sólo 2,5 horas por semana. No 2 horas por día. No 10.000 pasos o 100 abdominales. Solo 150 minutos, probablemente menos que el tiempo que pasa en Facebook o TikTok.
Por supuesto, esas pautas son muy genéricas y variarían según sus objetivos personales y su salud actual, pero en la mayoría de los casos es suficiente hacer ejercicio tres veces por semana y hacer solo algunos pequeños cambios en nuestras rutinas para volvernos más activos. Elija las escaleras en lugar del ascensor, salga a caminar con su perro en lugar de abrir la puerta del patio, agregue un poco de rutina de estiramiento antes de acostarse. Cualquier pequeño paso te acercará a tu mejor yo
Tercer Pilar: Descanso y Recuperación
En el mundo acelerado en el que vivimos, podemos estar ocupados las 24 horas del día y olvidar lo importante que es dormir. ¿Cuántas veces has leído que necesitamos al menos 7-8 horas de sueño al día? Pero, ¿realmente le das la suficiente importancia? No importa lo que digan los libros elegantes sobre dormir menos, no funcionan a largo plazo. Es posible que pueda funcionar durante algún tiempo, pero tendrá un impacto importante en su salud general a largo plazo.
Todos conocemos las consecuencias de dormir mal. Nos sentimos cansados, de mal humor, tenemos dolores de cabeza, tenemos dificultad para enfocarnos y concentrarnos, entre otros. Pero hay más que eso. Cuando no dormimos lo suficiente, se crea un desequilibrio hormonal en nuestro cuerpo que básicamente le dice a nuestro cuerpo que requiera más alimentos y los almacene en forma de grasa para que esté preparado para continuar funcionando durante más horas. En otras palabras, nos convertimos en presas de nuestros antojos e invariablemente aumentamos de peso.
Otra parte de este pilar es la recuperación. No solo necesitamos dormir, sino también una recuperación adecuada de los períodos agotadores de actividades. Necesitamos decirle a nuestro cuerpo que se “calme” de esos altos niveles de estrés causados por el trabajo diario o el ejercicio extenuante. Programar el tiempo de recuperación es tan importante como programar las sesiones de entrenamiento.
Cuarto Pilar: Bienestar mental
Cada vez son más las revistas científicas que dan mayor importancia a nuestro bienestar mental para estar Saludables. Y no nos referimos a condiciones mentales tan comunes en estos tiempos, como la depresión o la ansiedad. El Global Wellness Institute lo expresa de esta manera: “Cuando hablamos de bienestar mental, no solo nos enfocamos en nuestro funcionamiento mental o cognitivo, sino también en nuestras emociones; nuestras relaciones sociales; nuestra capacidad para funcionar en la vida diaria; e incluso nuestro estado espiritual, religioso o existencial” (Enlace).
Dedicar tiempo a trabajar nuestro bienestar mental es tan importante como los 150 minutos de ejercicio mencionados en el segundo pilar. Pero estas actividades variarían según el individuo y pueden ir desde meditar, escuchar música, hablar con un amigo, dar un paseo por la naturaleza, tomar unas vacaciones, recibir un masaje, tomar un baño de burbujas, apretar una pelota antiestrés o simplemente labrarse un tiempo para la paz y la tranquilidad en la vida diaria. Trabajar estas actividades no solo es necesario para conseguir nuestro Yo más saludable, sino que también contribuiría a mejorar los otros tres pilares.
Necesitamos ser honestos con nosotros mismos. Siempre podemos mejorar en uno o en todos estos pilares. Pero necesitamos trabajar en ellos, no como una tarea, no solo marcando casillas en nuestra vida diaria. Necesitamos adueñarnos de esos cambios, hacerlos parte de nosotros mismos. Una vez que estos cuatro pilares se vuelvan naturales para nosotros, tan fácil como cepillarnos los dientes por la mañana, estaremos en el camino hacia una vida más larga, feliz y saludable.
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